Practicada tanto de costa
como embarcado, esta modalidad de pesca consiste en lanzar un artificial al
agua (al que popularmente se llama señuelo o cuchara) y recogerlo imitando los
movimientos de un pequeño pez que puede llegar a presentar dificultades durante
su natación.
Esta "dificultad"
se logra recogiendo el artificial o señuelo, acompañándolo con pequeños tirones
o golpes de caña, tratando de que el mismo ejerza una acción vibratoria y
zigzagueante simulando una rana o algún insecto que induzca al ataque del pez
que queremos atrapar.
La mayoría de los peces que
existen en nuestro país pueden llegar a ser capturados a través del uso de
artificiales y si se utiliza la técnica correcta, el spinning nunca falla en
especies cazadoras como el dorado, la tararira y la trucha, que casi siempre
son capturadas a través de esta modalidad.
El spinning se divide de
acuerdo a la potencia de los equipos que se utilizan. Los señuelos utilizables
pueden actuar en superficie, a media agua o en zonas profundas. Algunos irritan
al pez que las ataca, no porque éste crea que se trata de un alimento, sino
porque este artificial los molesta o tensiona.
Y no hay que olvidarse que
los peces son "territoriales" y defienden su lugar de todo pez
extraño que se acerque. Por su parte, los señuelos imitadores, en cambio,
tienden a imitar a pequeños peces o alevinos que sí están dentro de la dieta
alimentaria de los peces cazadores.
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